viernes, 2 de octubre de 2009

Temores

Qué desazón me embarga, al no saber qué hacer cuando mi mente
confundida no encuentra el camino de la razón.

Cómo puede ser mi Señor? que por pequeñas cosas mi corazón cambie su ritmo, mi mente divague en tristes pensamientos y mi alma no se aquiete?

Qué extraño fenómeno se produce dentro de mi cuando mi hija, mis nietos o mis seres más íntimos tienen algún malestar, o dolores o fiebre?
Qué es esta sinrazón incoherente que no me permite evaluar la verdadera dimensión de las cosas? Qué enfermedad me destroza el alma?
Por qué no logro aquietar esta turbulencia que tanto me daña y daña al que padece el malestar.
¡Qué extraño fenómeno!!
Yo que trato de ser positiva, de dar aliento, de dar consuelo, de tener pensamientos que ayuden a otras personas, no puedo manejar con lucidez estas pequeñas cosas que le suceden a mis amores del alma.

Te pido, te ruego me ilumines, me serenes, me calmes y por sobre todas las cosas acrecienta mi fe, porque con ella más firme no debo temer.

Jesús ayúdame por favor.

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