viernes, 2 de octubre de 2009

Mi tio 80 años

Con mi mejor intención
estas estrofas te escribo.
Mi neurona fugitiva
puede hacerme hoy pasar
un momento muy ingrato.
Yo te quiero decir,
a través de esta payada,
unas cosas muy lejanas
de mi niñez compartida
con todos mis tíos y tías
con mi nonna y mi mamá.

Recuerdos que seguramente
traeré a tu memoria.
Interminables cuadernos
donde con letra temprana
escribir vos me hacías;
“Un lugar para cada cosa
Y cada cosa en su lugar”
Y obediente cual soldado
con letrita pequeñita
esas frases yo escribía.

Además con mucho cariño
a mis coditos recuerdo,
cómo con tanto esmero
me cepillabas certero.
Es el día de hoy,
que con singular ahínco
cepillo aún mis codos
pues siempre negro los tengo,
aunque ahora no es por jugar,
los motivos ya son otros,
pero cuando me los limpio,
de tío Antonio me acuerdo.

Tampoco puedo olvidar
cuando a babucha me alzabas.
Hoy yo te desafío airosa,
que con un solo dedo tuyo,
levantes un dedo mío.

O cuando junto a los tíos
me revoleaban al aire
con gran susto subía
y bajaba del espacio,
pero al final yo reía.
¡Me daban en ese salto
los fuertes brazos de ustedes
tanta seguridad!
Nunca caer me harían.

¿Te acordás de los tic tic
que hacía el telegrafito?
Punto y raya, doble punto,
yo recuerdo ese sonido.

También a la nonna querida
corriéndote por el patio,
blandiendo un escobillón
que en tus espaldas sonaba,
¿cuál sería la macana
que te mandaste ese día?
Sólo sé que yo corría,
pensando, si por las dudas,
a mi también me tocaba
recibir la punición.
Aunque nunca a mayores pasó,
Pues solo era ficción.

Mi memoria reboza,
de tantos lindos recuerdos,
Aquella carta hermosa
que a mis 15 me escribiste.
Lamentablemente en el tiempo,
en un rincón se quedó.
Pero era muy profunda y bonita,
me advertías cariñoso
acerca de las luces malas,
que a luciérnagas quemaban.
También otras cosas muy lindas
que vos supiste escribir.

La payada ya termina.
Quiero decirte sincera:
que Dios bendiga tus años,
que tu corazón lata en paz,
que tu alma tan sensible,
no se transforme jamás.

Te mando en estos versos,
todo el amor que te tengo,
y deseo desde mi alma,
que todos los que partieron,
protejan los años que resten,
para que junto a Pochita,
lo más saludables posibles,
puedan seguir en la senda,
que el destino les brindó

Con amor de sobrina
mimita

junio 2008

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