
Garganta cabeza de Medusa.
Tus palabras suenan como innumerables graznidos sibilinos.
No aprendes a callar...
Nunca oídos sensibles escucharon tan estridentes sonidos.
No aprendes a callar...
Tus palabras quieren ser de amor pero suenan como el ladrido del Can Cerbero.
No aprendes a callar...
No dejas de hablar cual vertiente de agua podrida.
No aprendes a callar...
Ese manantial de voz que brota solo produce enfermedad.
No aprendes a callar...
Aunque quieres arrullar tiernamente emites disonancias.
No aprendes a callar...
Desagradables y monótonas canciones son el canto de tu boca horrenda.
No aprendes a callar...
Ninguna nana que suene dulce sabes cantar.
Ninguna palabra de ayuda sabe ayudar.
No aprendes a callar...
¡No aprendes a callar!
Entonces...
Solo resta esperar.
Cuando Perseo corte tu cabeza de Medusa.
Encontrarás al fin la manera.
Aprenderás a callar.
Y esa Gorgona nunca más estará
cubierta de escamas doradas
y pelos de víbora
Y cuando aprendas a callar
nacerá Pegaso.
Sus grandes y bellas alas cabalgarán al viento con bridas de oro.
Matarás cuanta Quimera se cruce en el camino.
Ninguna Amazona los dañará.
Desdicha alguna no vivirán.
Y eternamente muda pasearán en tu alma.
Por caminos de amor y paz.
Siempre muda.¡ Siempre muda!.
Finalmente escucharán tu voz...
Oirán cuanto amor puedes dar.
Definitiva y Eternamente muda.
12 de agosto 2003
1 comentario:
Quizá sea como decís, callar es lo mejor.
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